09/23/2024 11:41:00 a. m.
La Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción, más conocida como la Catedral de Mazatlán, es uno de los tesoros arquitectónicos más importantes de la ciudad, esta majestuosa obra, cuya construcción comenzó en 1856, ha sido testigo del paso del tiempo y ha marcado la identidad cultural y religiosa de la ciudad.
El origen de este imponente templo se remonta al mandato del obispo Pedro Loza y Pardavé, quien ordenó el inicio de las obras, sin embargo, las dificultades que enfrentó su edificación hicieron que la obra quedara en pausa, hasta que el párroco Miguel Lacarra retomó la construcción en sus últimas etapas.
Finalmente, fue en 1899 cuando se concluyó la catedral, tras más de cuatro décadas de trabajo y para 1941, el templo fue consagrado como basílica, un hito que reafirmó su relevancia dentro del patrimonio religioso de México.
El arquitecto responsable de darle vida a esta obra monumental fue Estanislao León, quien lamentablemente falleció durante las etapas finales de la construcción, pero su legado vive en los detalles que adornan cada rincón del edificio.
La catedral, es de estilo ecléctico, combina elementos neogóticos y neoclásicos, características propias de las corrientes arquitectónicas del siglo XIX.
Su estructura se organiza en una planta basilical, con tres naves de la misma altura, su cúpula octogonal, coronada por una cruz de hierro, destaca en el paisaje mazatleco, las torres de dos cuerpos, con remates en forma de prismas truncados y también coronadas por cruces, le confieren su silueta inconfundible.
La fachada principal, con sus tres arcos ojivales de acento neogótico, introduce a los visitantes a un mundo de devoción y arte.
A lo largo de sus 125 años de historia, la Catedral de Mazatlán ha sido objeto de constantes trabajos de remodelación y conservación, sin embargo, estos esfuerzos siempre han sido respetuosos con su diseño original, preservando la esencia que la ha convertido en un símbolo atemporal de la ciudad.
Así, la Catedral de Mazatlán no solo es un lugar de culto, sino también un testimonio viviente de la rica herencia arquitectónica de la región.