09/25/2024 05:32:00 p. m.
Las palomitas de maíz, ese snack tan popular en el cine o en casa, son de origen completamente mexicano. Su historia se remonta a la época prehispánica, cuando el maíz palomero, una variedad especial del maíz común, ya se cultivaba en tierras mexicanas. De hecho, las primeras palomitas surgieron de mazorcas que reventaron al estar expuestas al fuego, marcando el inicio de una tradición culinaria que se ha extendido por siglos.
El maíz palomero, también conocido como maíz reventador, tiene granos con características únicas que, al ser sometidos al calor, permiten que se conviertan en las esponjosas rosetas de maíz que todos disfrutamos. Antes de la llegada de los españoles, estas palomitas tenían un valor ceremonial, ya que se utilizaban para adornar altares con guirnaldas hechas a base de este producto. No obstante, esta práctica ha ido desapareciendo con el tiempo.
Actualmente, solo el 10% de las palomitas de maíz que consumimos en México provienen de semilla mexicana, debido a la disminución de su cultivo. Esta variedad de maíz se cultiva principalmente en el estado de Tamaulipas, donde se siembran 222 hectáreas dedicadas a maíz palomero, de las cuales se obtienen 596 toneladas anualmente. Entre las variedades que se conocen están el toluqueño, chapalote, nal-tel, Chihuahua, Jalisco y arrocillo.
El proceso para transformar el grano en las deliciosas palomitas que conocemos es más interesante de lo que muchos piensan:
En América del Sur, se han encontrado granos de palomitas de maíz en cementerios de los desiertos del norte de Chile que, a pesar de tener más de 1000 años, se conservan en tan buen estado que aún podrían reventar hoy en día. Esto demuestra la larga y rica historia de este icónico alimento mexicano que ha trascendido fronteras y generaciones.