10/21/2024 11:42:00 a. m.
Los créditos agrícolas están detenidos por la sequía que afecta a Sinaloa y la incertidumbre de la asignación de agua de presa para el ciclo agrícola otoño-invierno 2024-2025 que hará la Comisión Nacional del Agua (Conagua) hasta finales de octubre.
Esta falta de certeza en la disponibilidad de agua ha paralizado el otorgamiento de créditos oficiales, especialmente aquellos que provienen de instituciones gubernamentales, admitió Marte Nicolás Vega Román, presidente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas de Sinaloa.
"FIRA es el organismo que está ahorita pro parte del gobierno, están dispuestos, pero no no ha fluido el crédito porque desgraciadamente ocupan la seguridad del agua es donde se está atorando todo por eso lo están fluyendo lo avios. Están fluyendo los créditos entre entre particulares, productores, parafinancieras, que bueno que nos apoyen a los prodi tires en ese esquema, peor hay qie decirlo, son. céditos caros, el crédito oficial está ahorita detenido por el tema agua", explicó.
Admitió que los productores han recurrido a esquemas alternativos de financiamiento, como créditos entre particulares, parafinancieras y otros organismos no oficiales. Aunque estas opciones han permitido que algunos agricultores puedan iniciar un nuevo ciclo agricola, son mucho más caros, lo que complica aún más la situación para los pequeños productores.
Las presas en Sinaloa, se encuentran al 30% de su capacidad de conservación, lo que equivale a un almacenamiento de 4 mil 756 millones de metros cúbicos, muy por debajo de los 15 mil 840 millones que los sistemas hidráulicos del estado tienen como capacidad total.
La Conagua esperaba que las lluvias de octubre ayudaran a aumentar los niveles de agua, pero hasta el momento, las precipitaciones no se han registrado y las presas dejaron de recibir aportaciones.
Se estima que este año, Sinaloa enfrentará una restricción del 65% en el agua concesionada, lo que significa que solo se podrán sembrar 4.5 de cada 10 hectáreas, afectando gravemente al sector agrícola.
La reducción en la capacidad de siembra pone en riesgo la producción de cultivos básicos y la economía de miles de familias que dependen de la agricultura en el estado.