12/04/2024 07:31:00 a. m.
La revolución tecnológica está transformando el mercado laboral a nivel global, y México no es la excepción.
Según un reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), dos de cada cinco trabajadores en el país podrían ver sus empleos amenazados por la automatización y las herramientas de inteligencia artificial generativa (GenAI), como ChatGPT.
La OCDE advierte que el 19% de los empleos en México está en riesgo debido a que al menos el 25% de las habilidades necesarias para estos trabajos es altamente automatizable, una cifra mayor al promedio de los países de la organización.
Los estados con mayores riesgos laborales por automatización son:
En general, los estados con vocación industrial presentan mayor vulnerabilidad, ya que muchas de las tareas realizadas en sectores como manufactura y logística pueden ser reemplazadas por procesos automatizados. Por el contrario, entidades como Chiapas (13.4%), Veracruz (16.0%) y Michoacán (16.8%) presentan menor exposición debido a su enfoque en actividades menos mecanizables.
La irrupción de la IA generativa cambió el panorama: no solo afecta empleos rutinarios, sino también a roles especializados que requieren habilidades cognitivas y creatividad. Esto ha incrementado la exposición de áreas metropolitanas y trabajadores calificados, incluidos empleos mejor pagados y ocupados por mujeres.
Los estados con mayor exposición a la IA generativa son:
En contraste, los estados con menor riesgo son Oaxaca (13.7%), Chiapas (13.9%) y Guerrero (14.4%).
El informe destaca que la fuerza laboral mexicana está en mayor riesgo por la automatización (19%) que por la IA generativa (19%), aunque el promedio de exposición es inferior al de otros países de la OCDE (26%).
Sin embargo, la combinación de ambas tecnologías podría generar una disrupción significativa en el mercado laboral si no se implementan programas de reentrenamiento y adaptación tecnológica.
La OCDE señala que para mitigar estos riesgos es crucial invertir en capacitación y fomentar la adopción responsable de nuevas tecnologías. Si bien el avance tecnológico es inevitable, su impacto puede ser regulado para que sea una herramienta de crecimiento económico y no de exclusión laboral.