02/08/2025 11:13:00 a. m.
Los Mochis vivió la demolición del último vestigio de los productores de caña que le dieron origen a esta ciudad desde 1903, dónde en cuestión de horas, el polvo y los escombros cubrieron lo que alguna vez fue el corazón de la ciudad de cañera.
La demolición del edificio de la Unión Local de Productores de Caña de Azúcar inició la madrugada del sábado 8 de febrero, marcando el fin de una era y dejando en la incertidumbre a los ejidatarios que lucharon por su permanencia durante años.
Carlos Álvarez Barreras, presidente de la Uniónd de Productores de Caña de la CNC, se encontraba en el lugar con el rostro desencajado, viendo cómo la maquinaria pesada reducía a ruinas un sitio que, según sus palabras, les pertenecía desde 1978.
Con impotencia, intentó detener las excavadoras, pero la orden ya estaba firmada y no pudieron hacer nada.
"Nos están despojando de nuestro patrimonio. Nunca fuimos notificados, ni siquiera nos permitieron rescatar los archivos y documentos que amparaban nuestros derechos", expresó con voz entrecortada.
El conflicto comenzó en 2021, cuando José Manuel Arriola Macías se adjudicó el terreno, asegurando que la inmobiliaria ahomense le debía un millón 370 mil pesos, una empresa que, según los cañeros, jamás existió.
Desde entonces, el proceso legal se convirtió en una batalla de documentos, recursos y apelaciones, hasta que finalmente el edificio fue embargado y entregado a su nuevo dueño, son notificar a los cañeros que se encontraban amparados.
"Es un atropello total, primero nos dejaron sin el ingenio, después sin el pago de las tierras que estaban rentadas y sembradas y ahora sin lo último que nos quedaba nuestro edificio, nos han depojado de todo lo que teniamos. Somos 1,375 ejidatarios afectados, este no es solo un problema legal, sino una injusticia que refleja el abandono del sector social. Nos quitaron el ingenio, nos deben 70 millones de pesos en rentas y ahora nos dejan sin nuestro único refugio. Aquí la ley está del lado del dinero", denunció.
El documento de posesión de la unión local no fue suficiente para frenar la demolición, a pesar de contar con una donación otorgada por el exgerente de la compañía azucarera, los tribunales dieron la razón a Arriola Macías y, sin previo aviso, ordenaron la entrega del inmueble.
Los cañeros no planean quedarse de brazos cruzados, y continuarán la lucha promal vía legal aunque con muy pocas esperanzas de recuperar el terreno que está valuado en más de 5 millones de pesos.
La demolición del edificio no solo borra una estructura, sino un capítulo de la historia de Los Mochis que durante más de 100 años fue "La ciudad de los vientos con olor a caña" , alimento Carlos Álvarez "Esto es decepcionante para todos. Nos dejaron sin nada", puntualizó mientras las retaroesvcabadoras recogían los escombros de la que alguna vez fue la casa de los productores de caña de Los Mochis.