Sexo con drogas, la combinación que se ha popularizado en los últimos años

La combinación del acto sexual con el uso de drogas se ha popularizado en los últimos años.

Y es que en el afán de tener sensaciones diferentes al momento del sexo, las personas, principalmente, los jóvenes, comienzan a experimentar con estupefacientes, antes tener sexo.

Quienes practican el sexo con drogas, aseguran que se trata de una experiencia fantástica que buscan volver a repetir, lo que se convierte en un vicio, por lo que ya no conciben el sexo sin los efectos de algún narcótico.

Sin embargo, de acuerdo a lo dicho por los especialistas, la práctica del sexo con drogas es altamente peligroso para quien lo experimenta.

Los estudios manifiestan que el consumo y práctica puede provocar impotencia a largo plazo y es capaz, incluso, de destruir los receptores del placer, anulando la capacidad de poder disfrutar del sexo sin drogas.

A continuación, te presentamos algunos de los efectos del sexo en combinación con determinadas drogas.

Con anfetaminas.

Altera la capacidad de tomar decisiones.
Aumenta el ritmo cardíaco y la presión sanguínea, lo que potencia la sensación física y retraso del orgasmo.
Algunas de las situaciones negativas que se presentan, es que pueden presentarse sangrados o rozaduras por el sexo duro.

Con cocaína.

Es una droga estimulante y por eso existe un falso mito de que aumenta el apetito sexual.
Puede provocar disfunción eréctil, bloqueando la conducta nerviosa.

Con marihuana.

Contrario a lo que se dice en el argot popular, algunos estudios manifiestan que el consumo de marihuana hace perder el interés en el sexo.
Reduce los estímulos en general.
Puede magnificar el miedo y la depresión, y causar paranoia, con lo que se suprime el apetito sexual.

Con MDMA (éxtasis)

Produce euforia y un sentimiento de empatía en la mayoría de las personas, incluso, con desconocidos, para tener sexo, por lo que la persona podría tener sexo con cualquiera.

Con alucinógenos.

Las drogas psicodélicas y disociativos son las menos fiables.
Provocan distracciones y viajes extraños, para crear predisposición sexual.

Con nitritos.

Son los que más se utilizan como vasodilatadores.
Relajan los tejidos blandos, como el ano y el esfínter.
Un ejemplo de ellos son los poppers, los cuales son peligrosos porque son altamente inflamables y podrían quemar la piel.
Además, tener sexo anal con los músculos relajados hace que la actividad sea más intensa, lo que provoca mayor riesgo de desgarre y hemorragias.

Con heroína.

Genera trastornos sexuales, como, por ejemplo, disfunción eréctil, además de disminuir la respuesta sexual.

¿Cuáles son los riesgos del sexo con drogas?

Tenerlo con la persona equivocada.
Hacer cosas que no hubieras hecho si estuvieras sobrio.
Olvidar que tuviste sexo.
Embarazos no deseados.
Daños neuronales serios.
Sexo violento que te produzca daño a ti o a la otra persona.
Violencia sexual.
Contagio de enfermedades de transmisión sexual.
Muerte.

Aunque no es considerada como una droga como tal, el alcohol es el producto que más combinan las personas para tener sexo, incluso, hay un estudio de «Journal of Sexual Medicine» que revela que el 60% de la población lo hace a menudo y como un hábito.