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Cena de Navidad: estos son los mejores maridajes para tus platillos

De este modo, llevarás la preparación a otro nivel de sabor, independientemente de cual proteína elijas para la cena de Nochebuena

Cena de Navidad: estos son los mejores maridajes para tus platillos

Foto: Pexels

Si este año te aventurarás a preparar la cena de Nochebuena y Navidad y quieres preparar algo novedoso, pon atención a los siguientes maridajes para darle un sabor único al platillo. También te puede interesar: estos eran los juguetes más pedidos en los 80s y 90s.

El maridaje es un concepto que se refiere a la unión o enlace de los casados. En el mundo de la gastronomía, es el enlace entre una proteína y la bebida con la que se complementa de mejor manera. 

Principalmente, los maridajes se hacen con vinos, ya sean tintos o blancos. La mejor unión depende de que se vaya a preparar. Aquí te mostramos las mejores mezclas de acuerdo con lo que se vaya a cocinar:

Mariscos y pescados

Cientos de familias optan por los beneficios de la proteína extraída del mar para la cena de Nochebuena y Navidad. Independientemente de la especie, los expertos en el tema recomiendan la combinación con vinos blancos.

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De este modo, el pescado se dotará de frescura, ligereza y, claramente, sabor. Por otro lado, si se opta por un producto frío, como ostras o similares, la bebida perfecta es un vino dulce o rosado.

Carnes 

Para las carnes, sean cortes, guisos, asados u otros, se puede elegir un vino de mayor fortaleza. Para este inciso, lo ideal es seleccionar un vino tinto con buen cuerpo. Es decir, con presencia notable. 

Hay que apuntar que carnes provenientes de un ave, como el pavo, funcionan mejor con vinos suaves, preferentemente blanco. Asimismo, esta combinación aplica para carne de cerdo. En cambio, si la pieza a cocinar tiene más peso, experimenta con el tinto.

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Entradas y postres

Si tu cena de Navidad tendrá todos los tiempos correspondientes, como la entrada y postre, presta atención a este punto. Para entradas, lo mejor es empezar con vinos de muy poco añejamiento, de sabor ligerísimo. 

Para postres, hay dos opciones: si el platillo tiene sabores suaves como vainilla, nata o mantequilla el maridaje va con vino blanco; para preparaciones con chocolate, el tinto será el mejor aliado

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