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Imala, el enigmático Pueblo Señorial de Culiacán; aguas termales que curan el alma
Este pintoresco destino sigue atrayendo la atención de locales y foráneos gracias a sus postales naturales, su belleza arquitectónica y su rica gastronomía.
FOTO: Temática.
A solo 15 kilómetros de la ciudad de Culiacán (aproximadamente media hora en vehículo) se encuentra la sindicatura de Imala, cuya cabecera es un pintoresco Pueblo Señorial que año con año cobra mayor atención entre el turismo local y foráneo.
Y es que la tranquilidad, el ambiente campirano y las postales naturales de este rincón de Sinaloa no dejan a nadie indiferente.
En sus calles se puede disfrutar la arquitectura colonial y una deliciosa gastronomía compuesta principalmente por elementos del campo, platillos típicos de la región y diversos productos elaborados por los locales, como chorizo pan, panela, quesos y alfarería.
Su nombre proviene de la palabra azteca Imalacatlán, que siginifica «agua que hace rueda», lo que hace alusión a las aguas termales de la región, y es que desde tiempos prehispánicos ha sido un lugar de esparcimiento y sanación.
Las albercas que se encuentran en el balneario están distribuidas en diferentes temperaturas, siendo de 50 ° centígrados la más caliente; la primera recibe el agua directamente de los manantiales y sucesivamente más templadas según se alejan del venero.
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Historia de Imala
El actual centro fue abierto a mediados del siglo XX para el público en general, donde además de las piscinas hay áreas verdes, un restaurante, palapas, diversos puestos de alimentos, mesas, instalaciones sanitarias y, recientemente, un temascal y cabañas para estancias largas.
Su estrella principal es la iglesia, que fue erigida durante la década de 1840 por el párroco Miguel Lacarra, quien terminó sus estudios sacerdotales en el recién terminado seminario de Culiacán.
El ministro tenía conocimientos previos de ingeniería, por lo que él mismo se encargó de la obra, así como, posteriormente, de otros templos de la región.
Esta construcción se visualiza a unos cuantos kilómetros antes de llegar al poblado; está construida en ladrillos rojizos y ocres.
La fachada principal es a dos cuerpos y ocho columnas, siendo frente de los flancos del templo con contrafuertes y cornisas decorativas.
A través de una gestión del Ayuntamiento de Culiacán con la delegación local del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la iglesia fue rehabilitada para su uso y como testimonio y atractivo histórico en el año 2010.
Crónicas de Narnia
A unos 15 minutos de la cabecera de sindicatura se encuentra un islote que, aunque su nombre oficial es La Cofradía, por su belleza ha sido bautizado como «Narnia», haciendo alusión a los libros de fantasía escritos por C. S. Lewis.
La imagen que conforma es realmente bella, en medio del lago con una solitaria línea de árboles, adornada por los caballos semisalvajes, el ganado pastando en las praderas y los cerros de fondo, construyen un paisaje para recordar.
Desde hace algún tiempo este sitio se ha vuelto popular en redes sociales y particularmente entre senderistas, runners y ciclistas, por ser un espacio perfecto para practicar estas actividades y conectar con la naturaleza.
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