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Erika Acosta, una vida entregada en ayudar a los que menos tienen | VIDEO
Erika Acosta es una mujer mochitense que la vida la ha llevado a ser un ángel de esperanza para los que menos tienen.
FOTO: Erika Acosta, altruista de Los Mochis, Sinaloa.
Erika Acosta es una mujer mochitense que la vida la ha llevado a ser un ángel de esperanza para los que menos tienen.
La mochitense, vecina de la colonia 72, es reconocida como alguien que ayuda a los demás, sin condiciones.
En una entrevista reciente para el pódcast «El Persinado con Víctor Acosta», Erika Acosta contó parte de su vida y lo que la motivó a buscar ayudar a los demás.
«A mí, la edad de dos años y medio, me atropelló un coche y mi mamá hace una manda a la Virgen de Zapopan que si todo salía bien, pues ella me iba a llevar a Guadalajara a pagar esa manda, cuando cumplo tres años me lleva a Guadalajara y me roban en San Juan de Dios, me robaron».
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Salto a la fama
En ese sentido, Erika Acosta aseveró que esa experiencia que le tocó vivir desde muy chica, le dio licencia como para ayudar en todos los ámbitos posibles.
La altruista aseguró que apoya a las familias desde que tiene uso de razón; sin embargo, cuando saltó al conocimiento público fue cuando intervino en el caso de la señora Hilda, una mujer con demencia que se encontraba encerrada y viviendo en condiciones deplorables en Los Mochis.
«La señora estaba encerrada, rapada, llena de excremento, su cama, las paredes, era un cuadro muy triste, y me dijo que su esposo había ido a traerle comida, pero las vecinas me dijeron que tenía como cuatro horas que se había ido. Entonces, yo hice llamadas al 911».
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Ayuda
Erika abundó que, a lo largo de los años, ha aprendido a ser más mesurada con respecto a las formas en que ayuda, ya que antes, dijo, era más agresiva en las formas en que exigía a las autoridades que intervinieran en algún caso y aprendió que «en el pedir está el dar».
«Porque antes yo llegaba y les echaba fregados con el teléfono, el médico fulano de tal, porque sí me desesperaba. Un día, en el hospital general, llevaba yo una incubadora a un bebé y me dijo, pues, bueno, dónde quieres que lo ponga, allá, aquí, póngalo donde quiera, le dije, pero ahorita lo va a atender Yo, mi arma era mi teléfono».
Gente mal intencionada
Por otro lado, Erika Acosta señaló que el hecho de ser altruista no la salva de la gente mal intencionada, ya que compartió que durante su recuperación en una clínica de Los Mochis, luego de sufrir un grave accidente el lunes, 13 de diciembre del 2021, hubo quienes llegaron solo a ver si se había muerto.
«Gente malintencionada que aprovechó el momento, pues, una, para destruirte en cuestión de comentarios que lastimaban en su momento a mi familia, siempre va a haber gente malintencionada, gente que llegó a la clínica, a ver si me había muerto».
No obstante, pese a todo, la altruista señaló que continuará en la dinámica de apoyo, mediante su fundación Casa Santa Lorenza, ya que eso la reconforta como ser humano.
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