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Productores de papa de Sinaloa le apuestan a la sustentabilidad

La falta de agua en las presas provoca que inviertan en riegos tecnificados.

Productores de papa de Sinaloa le apuestan a la sustentabilidad

La papa es un tubérculo que no necesita de tanta agua. FOTO: Luz Noticias

Ante la escasez de agua y con el inicio del ciclo agrícola otoño-invierno 2024-2025, los productores de papa en Sinaloa se preparan para enfrentar los desafíos apostando por la sustentabilidad.

Gildardo González Saldívar, presidente de la Confederación Nacional de Productores de Papa, señaló que la modernización en el manejo del agua ha permitido a los agricultores lograr una mayor eficiencia en el uso del recurso, lo que es fundamental en un año de bajos volúmenes de agua.

"Nuestro compromiso con la agricultura sustentable busca promover prácticas innovadoras y respetuosas con el medio ambiente, como la rotación de cultivos, uso eficiente del agua y la reducción del uso de agroquímicos", indicó.

La clave de esta sostenibilidad radica en el uso de sistemas de riego tecnificado, especialmente en el módulo de riego Santa Rosa, donde se ha logrado un ahorro de agua del 30%.

El cultivo de papa, en particular, se ha beneficiado de estas prácticas. A pesar de las restricciones de agua, el sistema de riego moderno ha permitido a los productores continuar con sus programas de siembra.

Antecedentes

En el ciclo pasado, los productores de Sinaloa sembraron alrededor de 14 mil hectáreas de papa, y la expectativa para este año es similar. González Saldívar mencionó que muchos productores ya han realizado inversiones importantes para este ciclo, lo que les permite estar listos para iniciar las siembras tan pronto como se les autorice.

"Tenemos el 48% de la producción agrícola del país en papa, de las más importantes por los diferentes puntos que se cumplen tanto para la industria, semilla y mercado fresco", destacó.

Este avance en la sustentabilidad es un ejemplo de cómo la agricultura de Sinaloa busca adaptarse a las condiciones climáticas actuales, enfocándose en tecnologías que permitan un uso más eficiente del agua. La tecnificación no solo asegura la producción de alimentos, sino que también contribuye a la preservación de los recursos hídricos para futuras temporadas.

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