Pese al miedo de contagiarse de Covid-19, Laura entrega su corazón a cada paciente que atiende

A sus 28 años de edad, Laura Marlerth Zambrano Rodríguez, enfermera en una clínica particular de Mazatlán, jamás imaginó ejercer su profesión en medio de una pandemia, donde su mayor reto ha sido atender pacientes Covid.

En el marco de la Conmemoración del Día del Enfermero y Enfermera en México, Laura narró para Luz Noticias que, durante los 5 años en que realiza esta labor tan noble, ha entregado todo su amor en Quirófano, Urgencias, Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) entre otras áreas y aseguró que los últimos dos años, cuándo el Covid-19 llegó a Mazatlán, han sido todo un reto para ella, pues fue ahí cuando se contagió del virus mientras cuidaba a pacientes en estado de gravedad.

«La verdad ha sido muy difícil estar ahí adentro, ver a los pacientes cómo se ponen en estado crítico, ha sido muy difícil, se siente mucha impotencia verlos cómo están en agonía, intubados y que los familiares hacen todo lo posible por verlos bien, apoyarlos económicamente y también el médico está ahí sufriendo. Cuándo se recuperan da mucha felicidad, muchas emociones de ver cómo llegaron sufriendo. Recuerdo perfectamente como hay pacientes que me dicen "ayúdame enfermera, qué hago" y nosotros estamos ahí para apoyarlos, decirles que todo va a estar bien para que estén tranquilos», expresó la enfermera.

Para la servidora de la salud, no hay mayor gratificación que recibir cariño y amor por parte de los pacientes y familiares de los mismos, sobre todo cuando le agradecen por la atención que brinda durante su turno en el hospital.

«Sinceramente, en lo personal, sí creo que nos estén dando el valor qué merecemos, los familiares nos apoyan mucho dándonos las gracias. Es muy padre ver que el paciente, cuando está consciente, nos agradece, nos da la mano fuertemente cómo agradecimiento por que los estamos apoyando sin conocernos. Aprovecho para felicitar a todas las enfermeras y enfermeros por ejercer está bonita labor», apuntó Laura Zambrano.

Con lágrimas en sus ojos e impotencia, recordó el pasado mes de septiembre de 2020, cuando su abuela paterna, María Concepción Torres Armenta, falleció a causa de esta enfermedad, y a quién ella, como enfermera, estuvo al pie de su cabecera ante los cuidados que requería; Sin embargo, no pudo hacer mucho, pues su familiar había perdido la batalla, al igual que su abuelo Cruz Zambrano, quien un año después, en septiembre de 2021, por secuelas que dejó el Covid-19, perdió la vida.

Pese a los riesgos, Laura Zambrano señala qué continuará con tan loable labor de cuidar a pacientes mientras la pandemia continúa o está concluya. Asimismo, reconoció la gran labor y empeño que realizan sus compañeras de trabajo y todo el personal médico que lucha día con día por salvar la vida de los pacientes.

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