Sinaloa | Norte
Por consumir cristal estuve a punto de violar a mi hija, perdí a mi familia: adicto
La metanfetamina es una droga altamente adictiva, ya que sus efectos duran hasta 12 horas y produce sensaciones de euforia y placer.
FOTO: Ernesto Torres.
La metanfetamina es una droga potente que no se detiene ante nada; en el bajo mundo le llaman de diferentes formas: críco, grillo, meta, foco, hielo, vidrio, speed, droga de los pobres, aunque todos la conocen como cristal.
Su fabricación es también peligrosa y es casi siempre de forma clandestina, en laboratorios o casas, incluso, en el monte, como se ha observado en Sinaloa, donde la SEDENA ha ubicado y destruido «narcolaboratorios» para drogas sintéticas.
Por su fácil elaboración y por ser barata, la hace una droga al alcance de todos.
La verdad del cristal, es que ha crecido sin control y no solo ha generado graves problemas de salud, sino de inseguridad, incluso, ha cobrado miles de vidas humanas y a otras más les ha causado daños irreversibles.
Los adictos la califican como la muerte, la droga que les arrebata sus vidas, su dignidad y hasta su paz, pues una vez que «caen en el vicio» difícilmente salen, ya que los arrastra hasta perderlo todo.
Testimonio
Luis, un hombre adulto de un fraccionamiento del sur oriente de Los Mochis, narra que sin saber entró al mundo de las drogas.
«Uno se va dando cuenta que va dañándose cada vez más, duras hasta dos o tres días sin dormir, con el corazón alterado», expresó mientras no se estaba quieto, tenía ansiedad porque necesitaba consumir más droga, misma que lo llevó a calle, pues en una ocasión intentó violar a una de sus hijas.
«Tengo 15 años consumiendo, he llegado a dormir en la calle, he pedido comida y dinero en la calle, es una droga muy difícil de dejar, pero no puedo. El peor día de mi vida no fue cuando acepté que era adicto, sino cuando me pasó el efecto y empecé a recordar cosas, regresé a la casa y me corrió mi mujer, la que era mi esposa, mis hijos me tenían miedo, era que en la loquera intenté violar a mi niña, me arrepiento en el alma, pero no puedo zafarme, estoy bien metido y ya no está en mí dejar de consumir», lamentó mientras estaba con el rostro desencajado y una mirada perdida, con las pupilas dilatadas.
Estaba junto con Marina, quien conoció en la calle, ya en el vicio, como dicen ellos, pero la mujer, quien parece de 50 años, apenas tienen 32, porque consume desde que tenía 20 años, primero, mariguana, después cocaína y se brincó a la metanfemina, ahí se enganchó y perdió a sus hijas.
«Mis hijas no me quieren ver, están con su abuela, yo peso que ganaba era peso que compraba de droga, incluso, llegue a prostituirme por conseguir cristal, es un cochinero, es una adicción muy fea y aquí ando, a veces digo que ya no lo haré, pero cuando me llega la ansiedad, no pienso en nada, solo buscar dónde hay grillo o hago lo que sea por droga, a eso he llegado, oiga», expresó la joven.
El cristal es un compuesto químico de fórmula molecular y actúa como psicoestimulante, ataca directamente al cerebro, cambia su funcionamiento y altera el comportamiento del consumidor.
Leonardo Audelo González Flores, médico psiquiatra, especialista en tratamiento de ansiedad, depresión, psicosis y drogas, y quien ha trabajado durante una década con enfermos en adicciones, comentó que la adicción al cristal comienza desde la primera vez que se prueba, no solo por ser una droga de rápida adicción, sino por la euforia y el placer «momentáneo».
Destacó que es en el momento que el paciente desarrolla una tolerancia a la droga; es decir, cuando necesita más cantidad de dosis de droga, para sentir el efecto, cuando realmente se puede considerar una adicción al cristal y aunque dijo «ocurre con cualquier droga, es con el cristal, con la que ocurre más rápido y genera más dependencia».
«Una persona que consume cristal pierde la cordura. Generalmente, este tipo de drogas ya están muy manipuladas y tienen muchos ingredientes que son altamente tóxicos para las neuronas del cerebro y pueden originar que la persona pierda la cordura rápidamente en unos meses y se produce psicosis; es decir, que la persona está fuera de la realidad y que está alucinando, teniendo delirios de persecución, paranoia», indicó.
El especialista comentó que al consumir cristal, las personas se aíslan del mundo, de las personas a su alrededor, incluida su familia, debido a que los efectos de la mentanfetamina cambia la estructura mental que provoca, incluso, que las personas se alejen del adicto.
El médico psiquiatra señaló que es una enfermedad como tal, pero también, tiene un componen psicológico-familiar fuerte, además del ámbito del que se rodea, amigos, vecinos, compañeros de trabajo.
«Pierden la familia, pierden el trabajo, porque van descuidando el trabajo por la misma droga y aunque muchas veces la usan para trabajar, esto tarde que temprano termina afectándolos porque es tanta la adicción que se la pasan buscando recurso para poder seguir drogándose y la misma no los deja estar tranquilos. Es ahí donde se vuelve el círculo complicado, en el que a veces tiene que ver la misma familia, quienes si no lo entienden, difícilmente, verán a su familiar como paciente y, por ende, no lo podrán ayudar para su recuperación», precisó.
Cuestionado sobre las peores consecuencias, comentó que no es solo que los lleve a perder su cordura o se vayan a la calle, sino que afectan su entorno y dañan en algunas ocasiones a su familia, incluso, que hay casos de hombres que han abusado o violado a integrantes de su familia o, peor aún, han agredido a personas.
«He tratado a pacientes que han abusado de sus hijas mientras estaban con los efectos del cristal, de sus sobrinas o de otras personas por andar en las drogas. Y es que al consumirlo, la persona puede perder la realidad, no siempre y a lo mejor no están psicóticos, pero si se distorsiona su realidad, y esa distorsión en ese momento le hace pensar que no está mal, y que debe de cumplir lo que en ese momento siente que debe cumplir, por eso ya aterrizado en la realidad, se arrepienten», sostuvo el especialista.
El médico comentó que los efectos son sensación de bienestar, incremento en el nivel de alerta y disminuye las sensaciones de cansancio, sueño y hambre, razones por lo que es adictivo.
Esta droga, generalmente es un polvo blanco e inodoro, aunque a veces se encuentra con tonos ocres o rosáceos y un fuerte olor a químico, procedente de solventes e ingredientes baratos altamente nocivos para la salud, pues entre ellos están: limpiadores para desagües, ácido de batería, acetona, anticongelante, aerosoles, ácido muriático, raticida o veneno para ratas, pastillas con las que se esteriliza a los caballos, entre muchas otras sustancias y químicos, qué combinados con la efedrina, que genera sensación de placer, hace que el cristal sea muy adictivo.
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