México
Olor a libro viejo: por qué huele tan rico y a qué se debe
Su distintivo olor tiene una explicación científica, descubre cuál es.

El olor a libro viejo es uno de los favoritos de la gente. FOTO: Internet
Los aromas juegan un papel importante en nuestra vida diaria, al percibirlos, el tiempo nos devuelve imágenes o sensaciones de una época anterior.
Existen distintos olores cotidianos que cautivan a la mayoría de las personas por su transmisión de paz y tranquilidad, como por ejemplo el olor a tierra mojada, a césped, sereno, a bebé e incluso pólvora o gasolina, pero uno de los favoritos es el de olor a libro viejo.
Los libros viejos tienen un peculiar aroma que logra encantar a las y los usuarios. Este olor se asemeja a una combinación de notas herbáceas con sabor ácido y un toque de vainilla.
¿A qué se debe este olor tan rico?
Según Springer Open Ambientum, Aunque el papel de los libros no contiene vainilla, sí contiene lignina, un biopolímero natural muy parecido presente en la biomasa vegetal. Este aroma lo puedes encontrar en:
- árboles
- plantas
- arbustos
Cuando se fabrica el papel, esta sustancia queda con él y con el paso del tiempo se oxida y va desprendiendo ese aroma tan especial y único a «libro viejo», lo cual provoca el tono amarillento en el papel.
¿Por qué percibimos tantos aromas?
El olfato es, junto con el gusto, el sentido más potente; ambos son capaces de hacernos recordar los mejores y peores momentos de nuestra vida. De hecho, en la química del amor el olfato juega un papel determinante.
Las sensaciones olfativas son capaces de penetrar muy hondo en el cerebro, pero sin embargo lo hacen durante muy poco tiempo . El organismo se acostumbra a ellas y abre camino a otros aromas.
Los hidrocarburos son compuestos orgánicos aromáticos, y son los responsables de que otras esencias como las que emanan de los productos de limpieza, de la pintura o del pegamento, nos resulten igual de embriagadoras.
Sin embargo, la inhalación prolongada de estas sustancias puede resultar potencialmente peligrosa, ya que alguno de sus componentes ha sido catalogado como un carcinógeno, entre otros motivos.