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Así se vivió «El Lambertazo» en El Salado, recordando al personaje del corrido
Cientos de camionetas clásicas desfilaban en caravana hacia El Salado.
Los asistentes se reunieron en el Salado, dónde Lamberto fue asesinado hace 47 años. FOTO: Cortesía /_marilzhaaa
«El Lambertazo», es un evento que se ha realizado los últimos dos años en honor al aniversario luctuoso de Lamberto Quintero. Esta reunión, es una tradición nueva para los Culiacanenses, que con días de anticipación se preparan con sus trocas de modelos clásicos, para realizar una rodada.
Los sinaloenses se dieron cita en la Ley Abastos, para comenzar la caravana hacia el Salado y al llegar a su destino, ingresaron a un estadio en donde estacionaron sus autos.
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En su mayoría se miraban camionetas clásicas Ford, ya que eran las favoritas del Capo, así mismo, el evento fue organizado por el club de trocas «ford team», quienes exhibían con orgullo camionetas que representan el legado de Quintero.
El evento era de ambiente familiar y en el lugar se podía observar cientos de personas, con botas y sombreros, semejándose al estilo que portaba el narco. Además, fue amenizado por grupos norteños y había venta de mucha variedad de alimentos.
Este evento influyó beneficiosamente en el desarrollo económico de muchas personas, como mecánicos, vendedores de accesorios para autos, vendedores de comida, músicos, etc.
Propósitos del evento
- Implementar una nueva tradición
- Incrementar ingresos económicos locales
- Sana convivencia
- Compartir el gusto por las camionetas clásicas
¿Quién era Lamberto Quintero?
Fue un narcotraficante originario de la Sierra de Badiraguato, y es conocido por su trágico asesinato el día 28 de enero de 1976, en el Salado, Sinaloa. Lamberto era tío del también conocido narcotraficante Rafael Caro Quintero, fundador de cartel de Guadalajara.
Quintero, fue asesinado cuando iba rumbo al Salado a dar una vuelta en compañía de sus compadres, quienes momentos después se percataron de que estaban siendo seguidos, sin embargo, a Lamberto esto no le causó temor, pues venía armado.
En un descuido, recibió impactos de bala por su espalda y fue trasladado a la Clínica Santa María, ubicada en la capital del estado sinaloense, pero su cuerpo no soportó al llegar. Hoy sus restos, descansan en el panteón jardines del Humaya, en Culiacán, Sinaloa.
Después de su fallecimiento, Antonio Aguilar creo un corrido en honor a su nombre, que narra la historia del trágico momento que llevo a la muerte al narcotraficante.
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